Estas emociones pueden afectar nuestra vida diaria, dificultar nuestras relaciones interpersonales o perjudicar nuestra toma de decisión.
Una pregunta para ti que estás leyendo: ¿tienes la costumbre de reprimir tus emociones muy a menudo? ¿Sientes a veces que estás bloqueada?
No sería raro. El sentido común (Que de sentido tiene frecuentemente muy poco), efectivamente, nos invita la mayoría del tiempo a «olvidarnos de ello».
¿Tienes dolor de estómago? ¡Tomate un protector!
¿Estás enfadada con tu jefe? ¡Vete a correr que te pasa!
Y un sinfín de consejos de este estilo. ¿Cuántas veces los amigos te han dicho de pensar en otra cosa, mientras hablabas de algo que realmente estabas sintiendo?
Gestionar emociones negativas: mente y cuerpo
Cogito ergo sum, dijo Cartesio.
Y no estoy aquí para decir que eso no tiene valor ninguno, pero si es verdad que los pensamientos tienen un rol importante, las emociones no viven en nuestros pensamientos. Las emociones habitan nuestros cuerpos.
Por tanto, si queremos desbloquear nuestras emociones para transformarlas, tenemos que hacer lo contrario de lo que la sabiduría popular enseña.
Es decir, en lugar de reprimir lo que sentimos, podemos liberar esas emociones atrapadas precisamente escuchándolas y dándoles cuerpo, como nos invita a hacer el coaching somático.
Qué es el coaching somático?
El coaching somático es una técnica de coaching que se enfoca en la conexión entre el cuerpo y la mente.
Se basa en la idea de que nuestras emociones y pensamientos afectan nuestro cuerpo y que, a su vez, nuestro cuerpo puede afectar nuestras emociones y pensamientos.
Utilizando técnicas de movimiento, respiración y atención plena, el coaching somático puede ayudar a las personas a conectar con sus cuerpos y gestionar mejor sus emociones negativas.
¿Cómo puede ayudarte el coaching somático a gestionar tus emociones negativas?
El coaching somático puede ayudarte a gestionar tus emociones negativas de varias maneras.
Primero, al practicar técnicas de atención plena y respiración, puedes aprender a reconocer y aceptar tus emociones negativas en lugar de suprimirlas o negarlas. Esto puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad asociados con tus emociones negativas.
Además, el coaching somático también puede ayudarte a liberar tensiones y bloqueos emocionales que puedan estar afectando tu capacidad para gestionar tus emociones negativas.
Por ejemplo, un coach somático puede enseñarte técnicas de movimiento que te ayuden a liberar la tensión que sientes en tus hombros o cuello cuando estás estresado o ansioso. Esto puede mejorar tu capacidad para gestionar tus emociones negativas y reducir la intensidad de tus reacciones emocionales.
¿Cómo? Pues no sé si te habrá pasado. Tienes que ir al baño urgentemente y alguien te para de camino para hacerte una pregunta. ¿Cómo le respondes? ¿Te irritas? Lo mismo pasa cuándo tienes dolores en el cuerpo, incluso cuando no estás tan consciente de esa tensión acumulada. Liberar las emociones permite soltar esa tensión y, por tanto, permitirte reaccionar desde la apertura y la relajación.
Por último, el coaching somático puede ayudarte a mejorar tu autoconciencia y comprensión de ti mismo. Al conectar con tu cuerpo y prestar atención a tus emociones y sensaciones físicas, puedes aprender más sobre ti misma y tus patrones emocionales.
Y precisamente este es el enfoque del ejercicio de coaching somático que te traigo hoy.
Ejercicio de Coaching Somático
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